“Esto ha sido una encerrona de la Liga”. O lo que es lo mismo, el Real Madrid ha caído en la encerrona de Javier Tebas, presidente de organismo y máximo responsable de que el viernes el Athletic estuviese dando vueltas por el cielo de la capital de España para terminar aterrizando de nuevo en Bilbao, de que el Rayo Vallecano volviese de Miranda en autobús empujando coches y jugándose mucho más que los tres puntos que iba a disputar ante el Mirandés y que el club blanco, tras estar mas de cuatro horas en el aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez llegase a Pamplona, no supiese hasta última hora si iba a poder disputar el partido y lo terminase haciendo en un estado de juego muy complicado a pesar de los esfuerzos de los trabajados de Osasuna por mantener el césped en las mejores condiciones posibles.
Zidane fue muy claro en rueda de prensa. Pocas veces, por no decir que nunca, se había visto al entrenador del Real Madrid tan enfadado. Tan molesto. Prácticamente se podría decir que se sentía ofendido por lo que han tenido que vivir los blancos en las últimas horas. Aunque al galo lo que más le ha dolido ha sido que su equipo tuviese que jugar en un césped en mal estado cuando había otras opciones. “Hicimos lo que pudimos hacer, pero no ha sido un partido de fútbol. Las condiciones eran muy complicadas. La sensación que tenemos con todo lo que ha pasado en estos días es mala. No sabemos cuándo vamos a volver, pero tenemos que aguantar y vamos a pensar en el miércoles. Se tenía que haber suspendido”, dijo el técnico madridista ante los medios de comunicación.
En la misma línea se manifestó Courtois. «Hacemos lo que nos piden, pero si te dicen que si no vienes pierdes tres puntos, lo que toca es viajar… No creo que sea tan seguro, tenemos familias y no somos marionetas que tenemos que jugar siempre. Obviamente hemos hecho el esfuerzo hoy, nos toca jugar, pero hay que pensar en los viajes y luego la gente tiene que volver a sus casas. Es lamentable lo que la Liga nos ha hecho”, manifestó visiblemente enfadado el portero. Y dentro del club el sentimiento es muy parecido y el cabreo mayúsculo. Un mosqueo con Tebas que se arrastra desde el viernes y que va en aumento.
El Real Madrid escuchó a la Liga y acató órdenes. El organismo presidido por Tebas les dijo que para evitar problemas por el temporal de frío y nieve que azotaba a España era mejor que adelantasen un día su viaje a Pamplona y el club blanco accedió sin rechistar. La entidad madridista entrenó el viernes por la tarde con Filomena ya haciendo de las suyas en la capital, terminó la sesión, se dirigió al aeropuerto y comenzó la odisea. Más de cuatro horas metidos en un avión porque la pista de despegue estaba congelada. No se podía volar. Barajas estaba cerrado y a Tebas le dio igual.
El Real Madrid intentó sin éxito que la Liga entendiese que no podían viajar a Pamplona, pero nadie los escuchó. El único objetivo de Tebas era que los partidos se jugasen, ya que en un calendario tremendamente apretado aplazar un encuentro es un problema mayúsculo. Finalmente, los blancos fueron forzados a viajar hasta la capital navarra. Visto que el sentido común no hizo acto de presencia en un primer momento, el club trató de que el encuentro se adelantase. A las 16:15 horas no había partido, ya que se había tenido que aplazar el duelo que tendría que haber medido en el Metropolitano a Atlético y Athletic, por ello los directivos madridistas querían adelantar el encuentro ante Osasuna ya que a esa hora la nieve todavía no había hecho mucho daño por El Sadar. La respuesta fue la misma: “No”.
Sin respuesta de la Liga
La Liga se amparó en los derechos de televisión para no mover de hora el partido. Daba igual que España estuviese ante una de las mayores borrascas del último siglo. El partido se tenía que jugar a las 21:00 horas y daba igual como. A todo esto hay que sumarle que desde el hotel de concentración, que puede será la casa del Real Madrid como mínimo hasta el domingo, veían como la nieve apretaba y nadie les informa si el partido se iba a poder celebrar o no. Los blancos se han sentido maltratados, pero todavía queda un último capitulo.
En estos momentos, el aeropuerto de Barajas está cerrado al menos hasta la tarde del domingo y no pueden regresar a Madrid, por lo tanto tendrán que seguir en Pamplona hasta que sea segura la vuelta y, si esta se retrasa más de lo esperado, no se descarta que el martes en cambio viajar a la capital vuelen directos a Málaga, donde el jueves tienen que jugar las semifinales de la Supercopa de España ante el Athletic. El enfado es mayúsculo.
